martes, 26 de abril de 2016

Comencemos a planificar para que se den los cambios que se necesitan en la Escuela

Por. Nelly Amnador
Opinión

Casi termina el año escolar y es oportuna la ocasión para que el Ministerio de Educación tome las medidas pertinentes a los fines de que se dé el giro que demanda el sistema educativo dominicano, en cuanto a la vinculación de las diferentes estructuras y  cuyo punto de partida y de demostración fehaciente  se refleje en la base.
 De ahí que es impostergable la vinculación de la supervisión con el acompañamiento, en donde interactúen el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil, el Instituto Nacional de Bienestar Magisterial, y los padres y madres vinculados a la comunidad. Que no sea solamente en cuanto a la alimentación escolar, a la que justamente debe darse un giro total, donde el almuerzo sea servido con dignidad y preparado en la comunidad con la participación de los padres. Y que en las zonas rurales se  incentive el cultivo de vegetales y otros rubros alimenticios a través de cooperativas agrícolas. Que se disponga de espacios idóneos, además de tener presente que la enfermedad y la salud entran por la boca, por lo que la práctica de la higiene en la preparación, almacenamiento y distribución de los alimentos, tiene que ser una prioridad insoslayable.
También es oportuno que sea reorientado el presupuesto en la planificación, que debe perseguir la calidad, apoyando al docente, facilitando la utilización  las Tecnologías de la Información y la Comunicación, sirviéndose de éstas para la capacitación masiva en combinación con los recintos. Quitar la carga a los-as profesores-as de que no tengan más de 35 alumnos, lo cual va deprimiendo el estado anímico de los docentes, provocando estrés. Esto implica que los docentes de la Jornada Escolar Extendida necesitan un ayudante; es el momento para que sean incorporados los talleristas, y ya conocemos las competencias que les son inherentes en áreas como el arte, la música, deportes, etc., etc. Y qué no decir de los libros. Estos deben jugar un rol estelar, en donde las escuelas tengan una biblioteca amplia, motivando a que los estudiantes desarrollen proyectos grupales, estimulando el intercambio entre ellos. Por eso es necesario que se disponga de todo este personal, ya sea nombrado o por contrato.
Deben involucrar a los padres y madres en los problemas con respecto a la violencia que se da en las escuelas y en la sociedad como tal, escenarios en los que se tiene la oportunidad para recuperar el liderazgo de los-as maestros-as, contando con la colaboración de orientadores y sicólogos en  esta nueva escuela que queremos hoy. No es posible una sociedad donde los padres están asesinando a sus hijos y viceversa, es necesario erradicar este flagelo que va desde el hogar a incubarse en la escuela, y los resultados son desastrosos.
Insistimos que el rol de la supervisión debe ser de acompañamiento, aprovechando todo esta inversión de recursos para trabajar la calidad y los valores que deben basarse en educar con el ejemplo, porque si los adultos hacen todo lo contrario a lo que predican, que sean corruptos, inmorales, violentos, eso aprenden los alumnos, porque eso les transmitimos.
La escuela, la comunidad, la patria, nos necesita. Actuemos ahora o será demasiado tarde!
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