Redacción Central
Fuente. Quivo
Fuente. Quivo
En el otoño de 1997 una tranquila costurera de Iowa, Estados Unidos, hizo historia.
Los doctores sorprendieron a Bobbi McCaughey cuando le dijeron que estaba embaraza de séptuples.
MUNDO.- Bobbi, de 29 años de edad, fue sometida a cesárea por más 40 especialistas y tuvo a los primeros bebés sobrevivientes.
Esta fue la primera vez en la historia de los Estados Unidos que una madre tenía siete bebés vivos en un solo parto.
La historia encabezó titulares en el mundo entero por el simple hecho de que todos los bebés nacieron vivos y sanos. ¡Fueron los recién nacidos más famosos de los 90. Era un milagro!
Kenny y Bobbi McCaughey captivaron al mundo. En
menos de 10 minutos nacieron cuatro niños y tres niñas, el más pequeño
pesó 1,11 kilos y el más grande 1,54.
A pesar de llegar prematuramente, los doctores estaban fascinados con el parto fuera un éxito.
Kenny,
Kelsey, Natalie, Brandon, Alexis, Nathan y Joel fueron llamados los
“Siete del Cielo”. Los padres salieron en la portada de la revista Time
por su milagrosa historia y los niños han sido grabado y seguidos desde
entonces.
La mujer estadounidense que ha estado más cerca de
derrotarla fue la californiana Patricia Frustaci en 1985. Sin embargo,
uno de los infantes nació sin vida y otros tres murieron a las tres
semanas. Los otros tres tenían serios problemas médicos y de desarrollo.
Mientras su nacimiento inspiró temor y
asombro en todo el mundo, también encendió un debate nacional sobre los
tratamientos de fertilidad, uno que pavimento el camino para la
legislación moderna.
Bobbi McCaughey tomó una
droga de fertilidad luego que su marido tuviera problemas para concebir a
su primer hijo, reportó el New York Times en 1997. Tomó Pergonal, una
de las varias drogas que toman las parejas que quieren concebir.
Los médicos dicen que mientras más fetos tenga la
mujer, más los riesgos para ellos. Riesgos que incluyen el nacer
prematuros, con parálisis cerebral, daño cerebral, ceguera, retraso
mental u otro problema de desarrollo en el lenguaje o habilidades
motoras.
Eticistas argumentaron los séptuples de McCaughey dieron origen a preguntas muy difíciles de responder.
A la familia McCaughey les aconsejaron abortar a
algunos de los fetos para aumentar las posibilidades de vidas de los
otros, pero según reportó Time, “ellos dijeron tener creencias
religiosas que le impedían el aborto”.
Desde
entonces, el uso de tratamientos de fertilidad se ha vuelto común y el
riesgo hoy en día de tener varios bebés ha bajado, según reportó la Red
de Radio en EE UU.
En 2012 más de 61.000 bebés fueron concebidos con
la ayuda de la fertilización in vitro en clínicas. Eso es más de los
bebés nacidos en 1998, según el Centro de Control y Prevención de
Enfermedades de EE UU.
Mientras los séptuples
levantaron preocupaciones éticas para algunos, también obtuvieron apoyo
en todo el país. Al nacer la Procter & Gamble les donó pañales de
por vida. Todos entendían lo inusual y difícil de la situación de la
familia McCaughey, así que mucha gente y fundaciones de caridad los
ayudaron.
La familia obtuvo una casa más grande
y los niños tenían comida gratis en la escuela, incluso de fueron de
vacaciones. La hija mayor Mikayla, quien nació un año antes de sus
hermanos, ayudó a su madre a cuidar de los niños.
El señaló a los reporteros y fotógrafos a algunos
de los séptuples mientras los recibían en el aeropuerto internacional
Des Moines en Iowa.
No obstante, Kenny ha trabajado duro y a
sus hijos se les enseñó la importancia de obtener las cosas por sus
propios medios. Durante el jardín de infancia conocieron al presidente
Bush en 2002. En el liceo les ofrecieron educación universitaria
gratuita de varias instituciones.
De hecho, a
los siete hermanos les ofrecieron una admisión gratis en la Universidad
Hannibal-LaGrange en Missouri y según una televisora local, algunos
planean aceptarla.
La familia consideró mantener a los niños fuera
del alcance de los medios. Eso les debió aportar carácter y fortaleza,
así como bien pudieron aprovechar el dinero. Después de todo, los padres
estaban emocionados de tener una gran y saludable familia. Se les veía
lo enamorados que estaban de sus hijos.
Si el
dinero hubiese sido un problema, sabían que se tenían entre ellos. La
trayectoria de levantar a esta cría debió ser salvaje, llena de amor y
risas y también un poco caótica. Todos parecen estar bien y son adultos
bien educados.
“Es triste ver que las cosas acaben, pero habrá un montón de primeras veces por venir”, le dijo Bobbi al periódico.
Brandon
irá a la Armada, Alexis quiere ser educador, Natalie quiere ser maestra
de escuela básica, Kenny Jr. Quiere hacer carrera en la construcción,
Nathan y Joel serán programadores y Kelsey canta en el coro de la
iglesia y quiere ser cantante profesional.
“Honestamente pienso que les irá bien a todos siguiendo cada quien su camino”, le dijo Kenny a NBC News.
“No
me preocupa el no verlos tan seguido. Los hemos tenido cerca por 19
años. Estoy listo para se
“Creo que estamos preparados y sabemos en lo que nos estamos metiendo”, añadió Kelsey.
“Nuestros
padres nos han enseñado bien y de no haber sido famosos hubiésemos
crecido como cualquier otra familia y tendríamos una vida normal”, dijo
Kenny Jr.
En tanto que para la madre y el padre será un cambio duro para ellos. “Será difícil al principio”, dijo Kenny.
“Será extraño tener menos comida y más tiempo
libre para hacer otras cosas, pero lo más extraño es no saber cómo les
va en clases, los entrenamientos básicos y la preocupación diaria de su
bienestar”.
Es difícil imaginar criar a siete
niños. Bobbi McCaughey lo hizo y ella y su esposo levantaron a ocho
hermosos niños. Parecen que hicieron un tremendo trabajo porque parecen
felices y bien adaptados.
guir mi camino y creo que ellos también”.