Redacción Central
ARGENTINA.- Después de ocho días de búsqueda del submarino de la Armada argentina, este jueves Enrique Balbi, vocero del organismo, informó que se registró un evento "consistente con una explosión" en la zona cercana al Golfo San Jorge, donde se tuvo el último contacto con los marinos mientras se dirigían desde Ushuaia hasta la base naval de Mar de Plata.
"Se recibió una información sobre un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear, consistente con una explosión", dijo Balbi, al explicar que la búsqueda ahora se centra en el punto exacto donde detectaron el sonido, a 430 kilómetros de la costa más cercana y en un radio de 125 kilómetros. "Nunca hubo una explosión así en la armada argentina".
Balbi asegura que hubo una
"anomalía hidroacústica" el día en que la nave perdió comunicación
y que se enviaron buques con sonares y telefonía subacuática así como
dos aeronaves estadounidenses y brasileras para verificar si en la zona
puede estar el ARA San Juan. "No sabemos la causa que produjo en ese
lugar, en esa fecha, un evento de estas características", aseguró el
portavoz al ratificar que la búsqueda del submarino continúa.
En la nave iban 44 tripulantes y seguía una ruta que recorría la frontera marítima de Argentina y que coincide con el inicio de un talud continental que alcanza un máximo de 6,200 metros de profundidad. La última comunicación que se tuvo con los marinos fue el miércoles 15 de noviembre, a 240 millas naúticas del Golfo San Jorge. En ese momento, reportaron un fallo en el sistema de baterías, por lo que de inmediato les dieron la orden de volver a Mar de Plata.
El submarino desaparecido es un modelo TR-1700 de propulsión convencional (diésel-eléctrica) fabricado en Alemania (por Thyssen Nordseewerke).
La embarcación puede alcanzar profundidades de hasta 250 metros y tiene 35 años de antigüedad.
Puede soportar siete días con sus noches en inmersión.
Los familiares estallaron de dolor y rabia al conocer las
nuevas informaciones: "Según ellos lo saben ahora. Yo me siento
engañada", dijo Itatí Leguizamón, esposa de un tripulante. "
Son unos perversos que nos manipularon", se quejó.
Sin embargo, el fiscal que investiga la desaparición, Lucas Colla, aseguró a un canal de noticias argentino que no están investigando a la Armada por el incidente, "sino tratando de determinar qué pasó (...) por qué una embarcación que debía circular y comunicarse periódicamente no lo hizo más".
En la búsqueda del submarino trabajan tres unidades de la Armada, dos destructores y una corbeta, además de otros 6 barcos de distintos países. "Están barriendo, tratando de hacer un mapeo del fondo para tratar de localizarlo", explicó Balbi, quien además precisó que, hasta ahora, no hay indicios de que la nave haya sido atacada.
Ya desde el miércoles
el rastreo entró en una fase crítica
con la "preocupación permanente", dijeron las autoridades, de que se
terminen las reservas de oxígeno de la nave que solo se renuevan cuando
sale a la superficie.
ARGENTINA.- Después de ocho días de búsqueda del submarino de la Armada argentina, este jueves Enrique Balbi, vocero del organismo, informó que se registró un evento "consistente con una explosión" en la zona cercana al Golfo San Jorge, donde se tuvo el último contacto con los marinos mientras se dirigían desde Ushuaia hasta la base naval de Mar de Plata.
"Se recibió una información sobre un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear, consistente con una explosión", dijo Balbi, al explicar que la búsqueda ahora se centra en el punto exacto donde detectaron el sonido, a 430 kilómetros de la costa más cercana y en un radio de 125 kilómetros. "Nunca hubo una explosión así en la armada argentina".
En la nave iban 44 tripulantes y seguía una ruta que recorría la frontera marítima de Argentina y que coincide con el inicio de un talud continental que alcanza un máximo de 6,200 metros de profundidad. La última comunicación que se tuvo con los marinos fue el miércoles 15 de noviembre, a 240 millas naúticas del Golfo San Jorge. En ese momento, reportaron un fallo en el sistema de baterías, por lo que de inmediato les dieron la orden de volver a Mar de Plata.
Sin embargo, el fiscal que investiga la desaparición, Lucas Colla, aseguró a un canal de noticias argentino que no están investigando a la Armada por el incidente, "sino tratando de determinar qué pasó (...) por qué una embarcación que debía circular y comunicarse periódicamente no lo hizo más".
En la búsqueda del submarino trabajan tres unidades de la Armada, dos destructores y una corbeta, además de otros 6 barcos de distintos países. "Están barriendo, tratando de hacer un mapeo del fondo para tratar de localizarlo", explicó Balbi, quien además precisó que, hasta ahora, no hay indicios de que la nave haya sido atacada.