Por Maximo Torres
Redacción Central
DAVOS, Suiza.- La directora del FMI pareció lograr progresos el sábado en su intento de utilizar el poder financiero de la institución para que ayude a Europa a impedir que su crisis deudora provoque mayores estragos en la economía mundial.
Christine Lagarde, quien reemplazó a Dominique Strauss-Kahn como directora gerente del Fondo Monetario Internacional hace seis meses, busca incrementar los recursos del FMI en 500.000 millones de dólares de forma que pueda ayudar si se requieren más préstamos en Europa o en otras partes. El Fondo es el prestamista mundial en casos extremos y participó en los rescates a Grecia, Irlanda y Portugal.
Al insistir que el FMI es una "apuesta segura" y que ningún país ha perdido dinero al prestarle al Fondo, Lagarde argumentó que el incrementar el tamaño de los recursos de esta institución ayudaría a mejorar la confianza en el sistema financiero global.
Si hay dinero suficiente en el Fondo los mercados se sentirán reconfortados y no será empleado, señaló, valiéndose de argumentos similares a los que Francia ha presentado con relación a aumentar el fondo europeo de rescate.
"Es por eso que estoy aquí, con mi pequeña bolsa, para recaudar un poco de dinero", afirmó en el Foro Económico Mundial en el poblado de Davos, en los Alpes suizos.
Su solicitud pareció hallar cierto apoyo de los ministros de Gran Bretaña y Japón, importantes accionistas del FMI de los que se esperaría contribuyan a cualquier intento por aumentar el volumen de los activos del Fondo.
George Osborne, ministro de Finanzas británico, dijo que hay "una moción para incrementar los recursos del FMI y ... demostrar que el mundo desea ayudar en conjunto para solucionar los problemas mundiales", siempre y cuando los 17 países que utilizan el euro muestren el "color de su dinero".
Osborne dijo estar dispuesto a argumentar ante el Parlamento para una nueva contribución británica, aunque podría encontrar oposición de algunos miembros de su propio Partido Conservador.
El ministro de Economía de Japón, Motohisa Furukawa, dijo que su país también ayudaría a la eurozona vía el FMI, a pesar de que la propia deuda japonesa es enorme. A diferencia de las endeudadas economías europeas, Japón no enfrenta elevadas tasas en los préstamos, en parte porque hay un mercado interno con mucha liquidez que sigue respaldando los bonos del país.