EE,UU.- En el último debate televisado de este 2015, los tres aspirantes demócratas a la Presidencia de Estados Unidos se miden este sábado en Manchester, New Hampshire, en el que Bernie Sanders tendrá que defenderse de una nueva polémica por acceder a datos secretos de su rival Hillary Clinton.
Esta controversia amenaza con agriar la concordia que los demócratas han lucido en sus dos anteriores debates de primarias, en contraste con los enfrentamientos dialécticos republicanos, marcados por escenas agresivas o duros calificativos y en los que el magnate Donald Trump ha tenido un papel protagonista.
Hasta ahora, los desencuentros ideológicos más marcados de los debates demócratas han estado protagonizados por Clinton, veterana política demócrata, y Sanders, senador independiente, y se han referido a asuntos como la reforma financiera, el control sobre Wall Street y las políticas sobre el control de armas.
Por el momento, la campaña de Clinton solo ha emitido un breve comunicado sobre la incursión, por lo que los presentadores de la cadena encargada de retransmitir el debate, ABC, podrían tratar de conseguir una reacción más fuerte de los candidatos.
"Estamos pidiendo a la campaña de Sanders y al DNC que trabajen para garantizar con toda prontitud que nuestros datos no están en posesión de la campaña de Sanders y que la campaña de Sanders solo accede a sus propios datos", destacó Brian Fallon, portavoz del equipo electoral de la exprimera dama.
Este tercer debate, el último del año, tiene además un significado simbólico por celebrarse en el estado de New Hampshire, concretamente sobre el escenario de la universidad de Saint Anselm, donde el entonces senador John F. Kennedy dio uno de sus discursos más famosos en 1960.
Las primarias de New Hampshire, junto a los caucus de Iowa, son dos de los eventos más importantes de las elecciones porque en ellos se selecciona a los primeros delegados republicanos y demócratas que elegirán a sus candidatos presidenciales en las respectivas convenciones nacionales.
New Hampshire podría ser, además, una de las mejores bazas de Sanders, que con un apoyo del 48% podría anotarse una victoria clave y dejar en segundo lugar a Clinton, respaldada en este estado por el 43.8%, según la web Real Clear Politics, que elabora un promedio diario de las principales encuestas de opinión.
Por ello, la actuación de Sanders podría ser crucial para el futuro de la campaña demócrata por la Presidencia y podría influir en la figura de la exsecretaria de Estado, favorita en las encuestas y entre gobernadores y legisladores, que le han respaldado en mayor proporción que a ningún otro candidato.
Hasta el cantante Ricky Martin, icono de la comunidad hispana de EEUU, se decantó este mes por Clinton como candidata a la Casa Blanca por ser una "latina de corazón", según dijo en su Twitter.
El debate comenzará a las ocho de la noche tiempo local,y promete poner sobre la mesa otros relevantes temas de actualidad, como el terrorismo, la inmigración y la decisión de esta semana de la Reserva Federal (Fed) de subir los tipos de interés, por primera vez, en una década.
¿La oportunidad de O’Malley?
Este tercer debate, como destaca la web de La Opinión, podría ser crucial para O’Malley, que no ha sido favorecido por las encuestas entre las preferencias de los demócratas.
La más reciente encuesta divulgada por ABC News y The Washington Post ubica a Clinton con el 59% de los votantes, Sanders ocupa el segundo puesto con el 28% y al fondo O’Malley con apenas cinco por ciento.