lunes, 9 de mayo de 2016

¡Un registro inoperante y una caligrafia asfixiante que debe terminar ahora!


Por Nelly Amador
Opinión  

SANTO DOMINGO.- El departamento o los responsables en el Ministerio de Educación de elaborar e imponer en el sistema educativo dominicano ese registro que supuestamente está en un año de prueba, como estamos terminando casi el año escolar y se debe evaluar y darle seguimiento a las codas, para poder planificar todo lo relativo al proceso, es oportuno y atinente que a los maestros y maestras les quiten de encima el peso tan grande  del famoso registro con que se debe trabajar ahora.

 Es harto conocido que ese registro es inoperante, les toma mucho tiempo a los docentes, es repetitivo, obliga al maestro a hacer cálculos y poner informaciones inviables e impracticables, además desafina con lo que  estamos hablando de la época, de que la tecnología debe estar presente en todas las actividades humanas, llegando a proponer que a cada estudiante y cada docente se le provea de una table o una computadora.

Tales planteamientos nos permiten concluir con que el sistema educativo tiene la oportunidad de instaurar un sistema informático para que a través de un equipo computacional que opere desde cada centro educativo, y constituido en una especie de red, se transmite todas las informaciones que necesita el sistema sobre el proceso enseñanza-aprendizaje y no obligar al maestro y la maestra a escribir tantas cosas, produciendo en ellos angustias y estrés.

 Además tenemos la experiencia de que después que el maestro y la maestra llenan el famoso registro, perece en el tiempo en los depósitos tanto en las escuelas como en los distritos educativos. Por eso creemos que no vale la pena y que debe buscarse un mecanismo más ágil que proporcione mejores informaciones, fundamentalmente con los datos estadísticos que se requieren en la planificación anual, las evaluaciones y las tomas de decisiones en procura de la calidad educativa.

Por favor deben darle seguimiento a esto y liberar ya desde este año a los maestros y maestras de ese inoperante registro y evitarles angustias y cansancio innecesarios.  Y  si el Ministerio de Educación quiere saber más al respecto, que haga un sondeo rápido para que tenga opiniones de primera mano sobre lo que creen los docentes, quienes rechazan esta especie de castigo, incluso acuden a terceros para solicitar ayudas en una tarea que parece interminable y una caligrafía que nunca mejora y cansa enormemente.-

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